lunes, 13 de abril de 2015

Adaptación de un cuento : " los 7 bandoleros"






Una vez en un reino muy lejano nació en el seno de la familia real un niño llamado Aron, su destino iba a ser el de ser el gran rey del reino cuando cumpliese la mayoría de edad. Pero en su familia no todos estaban contentos por su nacimiento. Su tío Alfred, que ansiaba hacerse con el trono, no podía soportar la idea de que este pequeño llegase a ser rey antes que él.
Pasaron los años y un día, cuando Aron salió de caza, el malvado tío le encargó a un sirviente que acompañase a Aron y cuando estuviesen en la zona más oscura del bosque se deshiciera de él fingiendo un accidente de caza. Se fueron alejando por los bosques del reino hasta que llegaron a una zona donde los árboles no dejaban pasar ni un rayo de luz. En ese momento el sirviente fue a apuntar a Aron, pero cuando le tenía en el punto de mira, decidió desobedecer las órdenes y le contó a Aron todo el plan que había elaborado su tío para deshacerse de él. La única escapatoria que le quedaba era huir, ya que si no, su tío se las arreglaría para eliminarlo.
De esta forma Aron, con lo puesto, buscó un lugar en  el que refugiarse por la noche hasta dar con una cueva húmeda y fría.

Al día siguiente, cuando Aron se levantó, decidió buscar un refugio un poco más cálido donde pasar el resto de las noches. En un momento dado, paseando por el bosque, vio como de una pequeña cueva salía una luz. Decidió acercarse y cuando estaba apunto de entrar escuchó la voz de lo que parecía un grupo de mujeres. Aron, intrigado decidió entrar, pero una vez dentro quedo fascinado al ver a 7 mujeres, vestidas todas ellas con armaduras, yelmos y espadas como los caballeros de su antigua corte. Aron, esperanzado, les preguntó si pertenecían a la orden del rey, pero ellas, lejos de confirmarlo, comenzaron a reírse a carcajadas y le dijeron que ni mucho menos, que eran caballeras proscritas, las habían expulsado del reino por defender al pueblo por encima de los intereses de los tiranos como Alfred, el malvado hermano del rey y  se hacían llamar la orden de las manos limpias. Aron enseguida comprendió que aquel grupo de caballeras impartían justicia por encima de la ley y viendo que no le quedaba otro camino, más que el de malvivir y vagar por las cuevas, decidió unirse a su causa.
Los primeros meses Aron ayudaba de una forma más indirecta, a parte de mantener el refugio salía a cazar y reconocía los distintos terrenos, pero poco a poco se fue adaptando a la rutina de la orden de las caballeras de las manos limpias. Fue pasando el tiempo y Aron fue formándose como caballero gracias a la ayuda inestimable de Adela, la más pequeña de las caballeras con quien guardaba una relación muy especial. Fue así que llegado el momento, Aron estaba preparado para impartir justicia para el pueblo.
Un día, cuando el grupo de caballeros volvía de cazar, escucharon como se acercaba un ruido de carruajes, escuchaban el relinchar de los caballos y lo que parecían ser las finas voces de la gente de la corte. Así que, las caballeras y Aron decidieron tenderles una emboscada. Mantuvieron posiciones y cuando se fue acercando el comité, Aron reconoció el carruaje de su padre, el rey, pero la emboscada ya había sido ejecutada. De esta forma a las pocas tropas que acompañaban al rey no les quedo otro remedio que levantar las manos al verse sorprendidos por otros caballeros. Fue en ese mismo momento cuando el rey, que iba dentro del carruaje, salió para ver por qué se habían parado. Durante un segundo, se miraron el rey y Aron a los ojos, y como si de un hechizo se tratase, al rey se le empezaron a venir a la cabeza las imágenes de la infancia con su hijo, reconoció a Aron y ambos rompieron a llorar en un gran abrazo. En este momento, Aron explicó a sus compañeras de la orden y a su padre, que hace unos años, se vio obligado a huir ya que en el reino, su malvado tío Alfred quería quitárselo de en medio para lograr hacerse con el poder. Lo que decía Aron, concordaba con la información que daba la orden de las manos limpias sobre el desfalco que llevaba acabo el hermano del rey. Al escuchar esto el rey se vio traicionado por alguien de su propia familia y decidieron partir de vuelta al reino para juzgar a su propio hermano y encerrarlo para siempre en la cárcel por todos los malos actos que había cometido contra él y su pueblo. El rey además, viendo la gran labor a la que se dedicaba las caballeras de la orden de las manos limpias, decidió crear un cuerpo especial en la corte que controlase el dinero público de todos los ciudadanos pero recibió una petición especial de su hijo. Aron deseaba casarse, si ella lo aceptaba, con Adela, la fiel compañera de Aron durante sus años en la orden y ella, no pudiendo estar más encantada, aceptó sin dudar. Y todos juntos vivieron felices y comieron perdices.


En la adaptación de este cuento para niños de 5-6 años , he querido cambiar o deshacer el arquetipo de la posición que ocupa la mujer en el cuento. Por un lado quería sustituir la figura de la madrastra, ya que creo que es una figura que en todo tipo de historias siempre cumple un papel negativo y de esta forma podemos construir otro tipo de concepto sobre ella ya que, entre otras cosas, hay que tener en cuenta que los niños no tienen brujas en sus familias, pero si que pueden tener madrastras y a estas edades fabricar un concepto erróneo sobre las madrastras puede no ser lo más acertado. Y de esta forma ayudamos a formar un concepto menos peyorativo que, aunque no sea el objetivo de esta historia, si que podemos utilizarlo como herramienta.
En este cambio del papel de la mujer en los cuentos folclóricos también he querido hacer hincapié en la posición de la mujer como guerrera, como mano firme que lucha contra las injusticias, y no como una mera muchacha que es resultado del destino.
Creo que las edades que he escogido funcionan bien para este relato, donde los niños pueden llegar a entender con cierta profundidad el tema de los hurtos y las traiciones desde un punto de vista donde la muerte no es el camino final y donde pueden llegar a comprender que el camino del bien y el mal se traza día a día y donde la consecuencia a los actos malos no siempre es la muerte. He querido hacer hincapié en esta idea, ya que los niños de 5 años, según Piaget, se encuentran en una etapa heterónoma o del realismo moral y tienen muy presente el hecho de que cualquier mala acción será castigada y viceversa. De esta forma, sabiendo que se encuentran en una etapa donde juzgan todo por bueno y por malo evitaremos que la muerte sea el castigo de las malas acciones.







 Webgrafía:

-grabación del cuento " Los 7 Bandoleros"

 http://www.eticar.org/descargas/La%20psicologia%20del%20desarrollo%20moral%20segun%20Piaget%20y%20Kolhberg%20antecedentes%20y%20prospectivas.pdf

-http://reeduca.com/piaget-estadios-juegomoral.aspx